Los compresores exentos de aceite ofrecen una mayor pureza del producto, mejoran la eficiencia de los procesos y producen menos pérdidas y mayor seguridad.
El aire comprimido suministra oxígeno a las bacterias durante la fermentación en la producción de antibióticos. La presencia de incluso pequeñas trazas de aceite matará las bacterias y contaminará el producto final. Esto provocará unos enormes costes de rechazos, limpieza y paradas de producción.
La aireación suministra el oxígeno para los procesos de oxidación, para producir, por ejemplo, lactosa. Cualquier traza de aceite deteriorará directamente el producto final.
Los recubrimientos se pulverizan sobre las pastillas usando aire comprimido. El aceite presente en el aire se depositaría directamente en las pastillas, ocasionando rechazos o riesgos sanitarios.
Se utiliza ampliamente aire comprimido en el transporte de pastillas, envases tipo blíster y embotellado. Si hay presencia de aceite, se producirá contaminación y rechazos.
Las líneas de producción automatizadas utilizan cilindros, válvulas de control y componentes neumáticos. Si el aire de escape de estos componentes contiene aceite, contaminará el espacio de producción. Y posiblemente el producto final.