Los compresores exentos de aceite logran una producción más eficiente, con menores costes de reparación y mantenimiento, y una mejor calidad del producto con menos pérdidas.
El aire comprimido se impulsa a través de toberas finas para transportar la trama. El aceite en el aire bloquea las toberas, provocando paradas de producción y costosos cambios de tobera. Igualmente, se manchará la tela, ocasionando rechazos del producto.
El aire de escape de las toberas hace contacto con las máquinas de tejer. El aceite presente en el aire se deposita en los peines. Atrae polvo y fibras, haciendo que los peines se atasquen y se rompan. Las pérdidas de producción resultantes y la sustitución de los peines son muy caras.