Los compresores exentos de aceite logran una producción más eficiente, con menores costes de reparación y mantenimiento, y una mejor calidad del producto con menos pérdidas.
El aire comprimido se impulsa a través de toberas finas para transportar la trama. El aceite en el aire bloquea las toberas, provocando paradas de producción y costosos cambios de tobera. Igualmente, se manchará la tela, ocasionando rechazos del producto.
El aire de escape de las toberas hace contacto con las máquinas de tejer. El aceite presente en el aire se deposita en los peines. Atrae polvo y fibras, haciendo que los peines se atasquen y se rompan. Las pérdidas de producción resultantes y la sustitución de los peines son muy caras.
El algodón se hila usando aire comprimido a través de toberas finas. El aceite en el aire comprimido obstruye las toberas. También mancha el hilo, que está en contacto directo con el aire comprimido. El resultado será una costosa sustitución de las toberas, pérdidas de producción y rechazos de producto.
En este proceso, el hilo se entremezcla usando un chorro de aire a través de una tobera. El bloqueo debido al aceite ocasionará un entremezclado desigual y destruirá el hilo. El hilo también se manchará.
En la producción de materias primas sintéticas destinadas al sector textil también se usa aire comprimido. Una de las aplicaciones es el transporte neumático de gránulos de PVC, PTA o DMT. La contaminación por aceite puede dar lugar a productos de calidad inferior, además de ser un peligro de incendio. El aceite también puede dañar los controles y componentes de la instrumentación, provocando averías.